* A causa de factores como el aumento a la gasolina, a la electricidad, así como fin de cursos en escuelas
Facundo Bartolo Salazar
Martínez de la Torre, Ver.- Un 70 por ciento han caído las ventas en el comercio local a causa de diferentes factores como el aumento a la gasolina y a la electricidad, así como los compromisos económicos que los padres de familia tienen que enfrentar en esta temporada como las graduaciones de sus hijos, aunado ello a los gastos que tienen que ver con el inicio del próximo ciclo escolar, lamentó Gerardo Zapata García, secretario de organización de la Federación de Comerciantes de la CROC.
Sin embargo, Zapata García destacó que “el tiro de gracia para los comerciantes locales son los ambulantes que llegan de fuera a hacer competencia desleal, sin que nadie los moleste ni los regule, pues al parecer hacen sus aportaciones, sin recibo, a algunos funcionarios que los toleran y solamente les recomiendan que se cambien de lugar en el primer cuadro de la ciudad”. Precisó que son alrededor de 15 carretilleros y 10 vendedores con triciclos quienes ya de manera permanente deambulan en esa zona y afirman que tienen derecho de trabajar pues para eso dan dinero, del cual no tienen ningún recibo, puesto que hacen tratos de palabra y les llegan a cobrar cada semana.
Es por ello que el entrevistado opinó que sería conveniente solicitar a las autoridades correspondientes que les permitan también a los comerciantes locales que los fines de semana expendan sus mercancías en las calles del primer cuadro de la ciudad, tal como lo hacían anteriormente. Lo anterior, en virtud de que generalmente, los ambulantes foráneos llegan a la ciudad los jueves y se quedan hasta los domingos, aprovechando que en esos días los empleados de Ejecución Fiscal no trabajan, o bien, se dedican a pasear en vehículos oficiales, haciéndose de la vista gorda ante la invasión de la vía pública en el primer cuadro de la ciudad.
Dada la situación, consideró que es necesaria mayor equidad en el trato hacia comerciantes locales y los foráneos, quienes solamente llegan a “hacer su agosto”, llevándose el escaso circulante y mermando los ingresos que tanta falta hacen para que en esta ciudad se sigan pagando impuestos, así como bienes y servicios de personas que aquí viven y gastan su dinero.