Álvaro Guerrero
Martínez de la Torre, Ver.- La Jurisdicción Sanitaria número IV se encuentra preocupada de que pudiera existir un brote de dengue, chikungunya y hasta zika en temporadas de invierno, esto debido a que el mosquito transmisor de la enfermedad se encuentra adaptado a las bajas temperaturas, lo que afectaría a gran parte de la población, comentó Juan Carlos Díaz Arango, coordinador de Epidemiología de la Jurisdicción Sanitaria número 4.
Explicó que “sabemos que el mosquito ha entrado en fase de adaptación, aguanta temperaturas bajas lo que antes no sucedía, no descansamos los meses de invierno, tenemos que seguir trabajando de la misma manera e invitar a la población a no bajar la guardia”.
Detalló que por lo regular la temporada del mosquito aedes aegypti se proliferaba hasta los meses de octubre, pero tal es el caso que pudiera rebasar lo que se tiene calculado, lo que causaría que más personas pudieran ser afectadas por la enfermedad si no se combate a tiempo en la eliminación de criaderos.
Manifestó que la reproducción se da con mayor rapidez en lugares donde se almacena agua limpia, en utensilios y materiales fabricados por el hombre, por lo que es recomendable no tener agua almacenada en los domicilios que provoca el aumento de los mosquitos transmisores.
Precisó que es necesario no bajar la guardia en estos tiempos, donde los fenómenos meteorológicos cambiantes son idóneos para la reproducción del mosquito trasmisor de la enfermedad, lo que ya ha estado ocurriendo desde hace algunos días.
Agregó que es necesario que los médicos se sigan capacitando en este tema, con el afán de que tengan un diagnóstico correcto de la enfermedad, “si, la oportunidad de nosotros de conocer la diferencia entre dengue, chikungunya y zika, contamos ya con definiciones operacionales que se encuentran en los manuales y normas oficiales mexicanas, que nos van a permitir diagnósticos diferenciales entre una y otra enfermedad”.
En algunas ocasiones los médicos han estado recesando medicamentos de una enfermedad que no padece el paciente, causándole un duro golpe a su bolsillo en tratarse, ya que los estudios para saber qué enfermedad se padece son inaccesibles para la ciudadanía en general.
