Álvaro Guerrero
Martínez de la Torre, Ver.- A sus casi ocho añosde que desapareció como delito la difamación del código penal del estado de Veracruz,su extinción como crimenno ha beneficiado y tampoco ha perjudicado en que ya no exista del mapa penal, ya que el grado que tenía era menor a comparación de otros delitos a los que se les debe dar mayor prioridad, comentóJesús López Aranda, presidente de la Barra de Abogados.
“Pues no tan necesario, sin embargo, se daban las cosas porque cualquier mal entendido la gente denunciaba a una tercera porque supuestamente la estaba difamando, yo creo que un delito de menor relevancia no perjudicó y tampoco benefició que haya desaparecido comodelito penal”.
Recordó que existían muchas denuncias de este tipo y que por lo regular ocurría en las colonias populares, cuando estaba en el mapa penal fueron varias personas si había sido penalizada, pero hoy en día ya no se realizan tales acciones.
Detalló “el delito de difamación estaba considerado en el código penal, pero hubo una reforma en ese sentido, en la desaparición de la gama de delitos que entran en el código penal, en este sentido en el estado de Veracruz lo que se llama delito de difamación ya no existe”.
Al dejar de existir el delito de difamación, nace el daño moral, por lo que personas que agreden moralmente u ofendan con palabras, pueden ser denunciadas por la vía civil, a través de un Juez de Primera instancia.
Explicó que al desaparecer la difamación del código, se sigue dando el daño moral, pero al ser un delito de menor grado se resuelve a través de un Juez de Primera Instancia, ya que la persona que lo cometa será obligada a reparar el daño, siendo por lo regular económicamente así como solicitar disculpas a la o las personas agraviadas a través de una publicación.
Precisó que existen varios medios de comunicación que llevan a cabo el delito de daño moral, sin embargo, hasta el momento no hay una denuncia de este tipo en el municipio. Pues en varias publicaciones las personas que declaran solo lo hacen con el afán de perjudicar a terceras personas, y aunque los abogados saben de este tipo de delitos no lo han hecho valer.
Aseveró que el 50 por ciento de las publicaciones escritas causan daño moral, y sugirió a las personas que llevan a cabo el periodismo que investiguen si realmente quien les da la información es real o solo lo hacen por afectar a terceros.