Jorge Parra
Misantla, Ver.- Los problemas de humedad amenazan al retablo de la parroquia de la Asunción, pues el exceso de agua acumulada en las paredes de la bóveda, permeó hasta las piezas de cedro y caoba que desde hace más de 50 años conforman esta obra artística de la iglesia.
Las malas noticias fueron dadas a conocer al párroco José María Cruz Hernández, por el personal encargado de la obra de rehabilitación designado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que trabajó durante los últimos dos meses en el templo, dijo el párroco durante la entrevista.
“Nunca se había hecho a la iglesia un trabajo tan profundo, y han salido muchas cosas, inclusive nos comentan que el retablo de la iglesia está en malas condiciones, lo que pasa es que en el muro de la bóveda se veían las piedras salir, nunca lo arreglaron y generó mucha humedad, ahorita que se dio todo el trabajo nos pide el arquitecto que tenemos que desmontar el retablo para empezar a ver las piezas que están podridas por el exceso de humedad”.
A decir del sacerdote, esta noticia lo tomó por sorpresa, ya que no estaban preparados para escuchar algo así, por lo que señaló que esta situación los obliga a tomar decisiones fuertes.
“A mí me espantó cuando dijo hay que desmontar, el retablo está instalado por partes y afortunadamente tenemos el plano de cómo se instaló; al preguntarle al arquitecto, qué problemas podríamos tener si no lo desmontamos, me dijo que las partes más dañadas se pueden venir abajo y esto nos pone en alerta”.
Construido entre los años de 1955 a 1958, el retablo de la parroquia de la Asunción, se realizó por instrucciones de Luis Carrera Cruz, obispo de la diócesis de Papantla en ese entonces, el cual se creó para festejar el año santo decretado por el Papa Paulo VI.
Como en otras ocasiones en que se tiene que hacer una obra en la parroquia, se formó un patronato, integrado por distinguidos personajes de Misantla, entre ellos el padre de los Martínez Gil y Pablito Lavalle.
“El comité quedó así: como presidente, el doctor Antonio Hernández Covarrubias; vicepresidente, Pablo Lavalle; secretario, Antonio Hernández E.; tesorero, Fernando Gil Pérez y como vocales: Gustavo Lavalle, Cupertino Sánchez y Manuel Sesma, en ese entonces el retablo tuvo un costo de 350 mil pesos”, dijo en entrevista el cronista de la ciudad Ángel Miguel Cuevas.
El dinero se reunió gracias a la realización de rifas, aportaciones económicas de los misantecos, y la donación de madera de cedro y caoba, muchas de las cuales provinieron de la comunidad Santa Cruz, dijo el entrevistado.
El director de la obra fue Emilio Guevara, maestro de modelado de la Universidad de Puebla; en ese entonces el sacerdote que le tocó dirigir la obra fue David Chávez Paz.
Si bien la obra fue diseñada por un artista foráneo, la mano de obra fue de misantecos, a decir del cronista, los ebanistas que participaron accedieron a prestar sus servicios con un bajo costo económico y casi de forma altruista, los talladores hoy finados fueron: Agustín Domínguez, Narciso Sánchez y Félix Javier.
El cronista de la ciudad, finalmente señaló que es necesario que una vez más los misantecos se unan para rescatar esta importante pieza de arte, que ya forma parte de la historia de la parroquia, pues de no hacerlo podría perderse.
“Es una preocupación para toda la ciudadanía que una obra tan importante pueda venirse abajo, hoy que vemos que tiene daños, nos debe preocupar a todos los misantecos y a los amantes del arte, y hay que tomar la iniciativa de salvaguardar esta majestuosa obra”.
Será cuestión de días para que el párroco haga del conocimiento de la población las acciones que se emprenderán en cuanto al tema del retablo, el cual a decir del cronista de la ciudad, se hizo con esas maderas por su longevidad, pues se tenía previsto que la obra pudiera permanecer intacta por al menos cien años, sin embargo el exceso de humedad y la falta de técnicas adecuadas para la conservación de un edificio tan antiguo como lo es la parroquia de la Asunción han cobrado la factura y ahora el retablo se encuentra con daños significativos.