15 de Septiembre de 2025
 

Se seca otra cascada ahora en Miahuatlán

-Naolinco succiona indiscriminadamente los afluentes de su vecino

Por Williams Cortez

La cascada La Ermita de Miahuatlán también se secó. Esto ocurrió hace tres meses según cuentan los pobladores de la región, afectados por la falta de agua potable durante largas semanas.

Responsabilizaron de ello al Ayuntamiento de Naolinco, cuyas administraciones tienen cerca de 30 años de sustraer el agua de ese punto hasta secarla.

En un recorrido efectuado por la colonia Reforma, en donde se ubica la cascada La Ermita, el panorama es similar al documentado hace unos días en la cascada Velo de Novia de Naolinco, localizada varios kilómetros hacia abajo, siguiendo el cauce del río.

La Ermita tiene unos 40 metros de altura y hasta hace poco, desde lo más alto caía una gran cantidad de agua proveniente de una represa; sin embargo, ahora de la orilla no cae ni una gota del líquido.

Si se mira desde abajo se aprecia un muro compuesto por grandes piedras y prismas basálticos, algunas ramas y un poco de follaje colgando de lo alto, como aferrado desde la raíz para no caer al vacío.

A ras de suelo el panorama es desolador, un charco de agua verdosa sigue estancada esperando ser succionada por las mangueras de la Comisión Municipal de Agua Potable y Saneamiento (CMAPS) Naolinco.

También hay gruesas costras de tierra seca cubriendo varios metros de la superficie que hasta hace poco contenía miles de litros de agua; hay llantas, troncos secos, botellas de plástico y bolsas de fritangas y algunas piedras.

UNA INFANCIA LLENA DE AGUA

En una conversación, el campesino Mario Méndez Bellido recordó que cuando era niño, las familias del pueblo solían convivir en ese lugar que por varios años funcionó como un parque natural. Allí, entre los árboles había mesas para comer y jugar ajedrez y otros juegos de mesa, más abajo estaban una fuente, una alberca, un puente que cruzaba el río y hasta un palenque.

Incluso, hubo un pasadizo que permitía caminar justo detrás de la cortina de agua que se formaba en la cascada, lo que hacía de las delicias de los niños de aquella época.

“Aquí los domingos eran días de fiesta. Mi infancia fue algo muy bonito, uno podía venir a jugar, a estar con la familia, a comer, a bañarse, a estar con la novia, era muy bonito”.

Ya no es así, y ahora a Mario Méndez le da “una gran tristeza” ver que en el lugar donde hubo uno de los más bellos fenómenos naturales, donde podía apreciarse y escucharse los golpes de agua cayendo y zanjando en el suelo para luego escurrirse en el cauce del río, se haya reducido a un charquito de agua verdosa rodeado de tierra seca; metros abajo hay unas lengüitas de líquido serpenteando entre las piedras, a punto de evaporarse.

Los antepasados llamaban a la cascada “Xihuitl”, señor de la hierba. La historia cuenta que Miahuatlán es un pueblo de migrantes que se dividió en tres grupos para que uno fundara este lugar y los otros, Colipa y Juchique de Ferrer.

La cascada fue “rescatada” y “arreglada” en los tiempos del gobernador Rafael Hernández Ochoa por el empresario constructor Manuel Arce, quien, entre otras obras, construyó la carretera hacia Miahuatlán y planeó sin éxito ampliarla hasta Misantla.

EL AGUA LOS UNE

Miahuatlán y Naolinco son dos municipios vecinos localizados en la zona centro montañosa del estado de Veracruz, en la región llamada de la Capital, a unos 35 minutos de Xalapa por carretera. Ambos municipios están conectados por un mismo río tributario del río Actopan y con diferente nombre, así, a altura del primer municipio se llama La Ermita y en el segundo Naolinco.

En ese río desembocan varios afluentes menores como los ríos Colorado, Durazno, La Puente, Pedregal, Colarillo, El Charco, entre otros más.

Pese a la gran cantidad de agua que todos ellos reúnen, lamentablemente “ya no hay agua en las cascadas; ni en la de Naolinco ni en la de aquí”, dicen los pobladores de Reforma.

“NAOLINCO NOS SUCCIONA”

Mario Méndez reconoció que cada año, en la temporada de sequía disminuía el volumen de captación de agua en la represa, lo mismo que la cantidad que caía por la cascada La Ermita, pero nunca se había quedado seca.

Tampoco se explica por qué Naolinco, a pesar de haber succionado otros afluentes de Miahuatlán como la Poza del Jonote y ahora la cascada La Ermita, no haya impulsado alguna medida u obra de gran impacto para atender su problema de abastecimiento de agua.

“Siempre he dicho que Naolinco le llega el agua por gravedad y que deben de hacer algo para darle vida a esta cascada”.

TOMAMOS DE SU AGUA

Durante el recorrido en la zona fueron vistos trabajadores de la CMAPS. “Se vienen a dar sus vueltas esperando que se hagan más charcos de agua para poderla succionar y dejan las pozas vacías”, dijo un campesino.

Entrevistado al respecto, el director de la CMAPS de Naolinco, Guillermo Ortiz García, reconoció que desde hace unos 25 años captan el agua de la cascada y de la poza, gracias a un acuerdo establecido entre los dos municipios.

Dicho acuerdo entre las partes fue posible luego de que los queseros y ganaderos de Miahuatlán comenzaron a contaminar con sus desechos el tramo del río conocido como La Toma, localizado río abajo.

“Nosotros tomamos el agua de aquí de la parte alta de la cascada para que llegue con el desnivel hasta allá pero este río ya se secó, ya no hay cascada, tiene ratito y ahorita estábamos bombeando de la poza de aquí abajo, pero también ya se secó, ya no podemos bombear”.

El funcionario municipal explicó que el abastecimiento del líquido a los 10 mil habitantes de Naolinco requiere de 30 litros por segundo, actualmente solo cuentan con cuatro litros por segundo que se obtienen de siete puntos.

EL PROBLEMA CRECE

Ubaldo Jiménez, también vecino de la Reforma, dijo que Miahuatlán siempre ha abastecido de agua a su vecino, pero aquel no ha sabido solucionar su problema; “la población ha ido creciendo y el agua ya no alcanza, lo único malo es que la cascada está sin agua”, apuntó.

“El otro problema es que al hacer la limpieza del río mandan a personal que no está capacitado en el manejo de cuencas hidrológicas y es ahí en donde se provocan los problemas de sequía en todos los ríos”, dijo.

Y es que hace unos 45 días el personal de la CMPAS, argumentando trabajos de limpieza del río, formó caños para dragar las pozas naturales hasta secarlas.

Como parte de esos “trabajos” utilizaron una retroexcavadora, también fueron vistos los trabajadores cincelando los topes naturales de piedra en el río para permitir mayor escurrimiento del agua, provocando a su vez la erosión artificial del suelo.

“El manejo de una cuenca hidrológica es bien delicado y si no saben hacerlo pueden provocar que se filtre el agua y se vaya toda”, recordó Ubaldo Jiménez.

De paso recomendó a los alcaldes de la región dejar de derrochar el dinero público en la organización de carnavales y fiestas para destinarlo a obras que garanticen el abastecimiento de agua de su población durante las temporadas de estiaje y sequía.

MIAHUATLÁN CUIDA SU AGUA

En Miahautlán se abastecen de agua del río de La Puente y de varios manantiales y nacimientos distribuidos dentro del poblado, algunos de los cuales cuentan con llaves para facilitar su captación. Aun así, desde hace varias semanas los habitantes también han estado sufriendo con el desabasto y los tandeos por parte de las autoridades municipales.

Antes la caja de agua se llenaba en un par de horas, ahora, debido al desabasto tarda muchas horas e incluso días en llenarse.

Mario Méndez comentó al respecto: “Hubo quienes nos lo dijeron pero no pensamos que esto iba a ocurrir tan pronto. El problema es que ya lo estamos viviendo. Lo que no nos han dicho es que el agua que consumimos o que desperdiciamos ya no la volveremos a ver, la que usamos la volvemos en aguas negras”.

Ante esa situación varios lugareños han pasado de la preocupación a la acción y han optado por implementar equipos de vigilancia y cuidado de sus cuerpos de agua para evitar que las pipas provenientes de Naolinco se la lleven de manera irregular y la vendan a la población sin que exista algún permiso de por medio.

Entrada la tarde, el cielo de Miahuatlán comenzó a oscurecerse, unas gruesas nubes en color gris dan la esperanza a los lugareños de que en los próximos minutos caerá un fuerte aguacero y con ello volverá el agua a la cascada La Ermita.


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