24 de Noviembre de 2024
 

Empresa pública en México / Por Jorge Luis Borboa

 

Uno de los temas más interesantes para la economía mexicana son las empresas, pero no solo el concepto como tal, sino el rubro público, tomando en cuenta que el estado controla o es socio de algunas compañías, con propósito de adquirir activos para así tener otra fuente de ingresos que no sean impuestos.

Hay que conocer por principio el concepto de empresa pública, que en resumidas palabras se refiere a la organización que es financiada y administrada por el estado y que tiene mínimo 50% de acciones en esta.

En México existen varias empresas que tienen participación estatal ya sea en mayor o menor medida, aunque las organizaciones más importantes por su función clave en el abastecimiento de productos o servicios básicos a la población son CFE y PEMEX, las más populares.

Indagando en los antecedentes de la empresa pública, nos remontamos a mitad del siglo pasado, cuando el milagro mexicano permitió la industrialización y apertura de muchas empresas, aunque estas eran paraestatales es decir que las controlaba el estado, dando trabajo a la gente, sin embargo no todo era bueno ya que esas empresas no siempre daban ganancias, solo eran financiamiento para emplear a la gente, significando un gasto público grande, pues había hasta 1982 más de 1700 empresas públicas ya fueran de corta o mayor participación, siendo PEMEX la consentida porque el petróleo estaba en su auge.

El antiguo modelo de proteccionismo estatal hasta 1982 fue muy contundente, pero se convirtió en un gasto insostenible, es por ello que en la década de los 80s y 90s se privatizaran muchas de estas, lo cual no es malo, tomando en cuenta que si una empresa no da ganancias no tiene sentido tenerla, eso sin contar la ineficiencia por corrupción ha sabiendas de que no auditarían empresas estatales.

La idea de la privatización no es mala, aunque muchos digan lo contrario, mientras esta acción se haga con honestidad y sin intereses personales, cosas que desgraciadamente quedó en duda, pues hasta el día de hoy las privatizaciones hechas hace 30 años arrastran compadrazgos, amiguismos, etc. Todo lo anterior solo causaría que perdiera el consumidor, nulificando la libre competencia y monopolizando el mercado.

Al día de hoy podemos ver los problemas que tienen las empresas estatales como PEMEX o CFE, que no paran en pérdidas o números rojos, ineficiencias, peleas de sindicatos abusivos y con chantajes políticos, incluso de la obsolescencia y desactualización, siendo arrastrados por la competencia.

El manejo de empresas públicas es complejo porque no solo es un deber económico para ganancias, sino que tiene su rol social, pero eso no quiere decir que sean malas las organizaciones públicas, sino que deben ser trasparentes, auditadas y tratadas como cualquier otra empresa privada, además de abrir la competencia y dejar de lado sindicatos políticos para ser verdaderos representantes del trabajador.

Haciendo un comparativo sobre la empresa pública, tenemos que en México hay varias compañías que pueden ser productivas y dejar buenas ganancias, pero con la corrupción, ineficiencia, poca inversión y nulo interés en actualización, será imposible. En caso contrario, USA tiene más de 500 empresas públicas pero su forma de proceder es muy distinta, pues hay apertura al libre mercado y con ello hay competencia privada para estas empresas, lo que las obliga a mejorar y ser eficientes, no por nada son de las empresas más grandes del mundo.

Otro caso es China que se ha convertido en el mayor productor del mundo, con muchas empresas de mayoría estatal, dejando buenos resultados económicos, aunque la controversia radica en el trato a los empleados y el hermetismo proteccionista.

Con esto concluimos que no es desventajoso tener empresas públicas, pero significan un reto de hacerlas rentables y que cumplan con su labor social, además de tener todo en orden para no dar pie a los malos manejos que impliquen corrupción y a su vez prácticas deshonestas.

Es momento de reflexionar, pues México está muy lejos de cumplir estos objetivos, por lo que sería bueno replantearse el manejo de las empresas públicas para mejorar su gestión y hacerlas más confiables y eficientes para obtener utilidades y no perdidas, o en su defecto, pensar en privatizarlas de manera correcta ya sea fraccionando en varias o dar libre competencia, todo pensando en el consumidor y no en intereses políticos o élites empresariales, o ¿Qué opinas?  

 

 



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