Hace unos días estuve presentándome en una Feria de Libro en Zacatlán de las Manzanas, Puebla. Cada vez que voy a otra ciudad, a una Feria de Libro o a algún evento cultural, demás de promover la lectura, y hacer "repentísmo poético" siempre hay oportunidad para conocer un poco; y en Zacatlán fue un mucho. Pero de todas las cosas que valen la pena resaltar de esa hermosa ciudad, y pueblo mágico, hubo un hecho especial que por mi marcado interés en la poesía sorjuaniana, tuve que plasmarlo en unas décimas que escribí en una pequeña libreta que siempre traigo conmigo cuando viajo. Las décimas tienen que ver con un encuentro con un monumento de Sor Juana que vi un día de esos, justo allá en Zacatlán. Pero dejemos la prosa y dejemos que hable el verso. Aquí el relato en décimas:
-Desayunado con Sor Juana-
Zacatlán de las manzanas
en un domingo oportuno,
donde tomo el desayuno
en compañía de Sor Juana.
Es muy fresca la mañana
con que se despierta el día,
y en tan buena compañía
que me he venido a encontrar,
me pongo a desayunar
pan y café con poesía.
¿Qué hacemos los dos acá?
¿Qué como me la encontré?
Ayer yo me presenté,
ella, años que aquí está.
Por eso emoción me da
que yo, presunto poeta,
esta mañana discreta
mientras desayuno agusto
miro a unos metros un busto
de Sor Juana en la banqueta.
Ella me ve desde afuera
con sus ojos de concreto,
yo le hice un guiño coqueto
cuidando nadie me viera.
Pues si me ven, que dijera,
algún comensal insano;
que este Simón Toledano
se ha vuelto loco de atar
o se vino a enamorar
en este suelo poblano.
Y es que mi amor por Sor Juana
ya viene de mil ayeres
y de todas las mujeres
ella es quien mi amor se gana.
Y "el pecho se me desgrana"
cómo decía Simón Díaz,
que en mi verso y mi poesía
mientras que tomo el café
veo que Sor Juana me ve
y me llena de alegría.
Sor Juana décima musa,
Sor Juana monja inconversa,
este palabrero versa
por ti de forma profusa.
Y aunque quizá suene ilusa
esta narración rimada
por hallarme tu mirada
en el bello Zacatlán
todas mis palabras van
para ti poeta amada.
Y si por otro camino
voy sembrando las palabras
-pues la cultura se labra-
sé que irás en mi destino.
Y en mi verso repentino
Sor Juana musa y mujer,
hoy como este amanecer
sé que en la senda del mundo,
con este amor tan profundo
nos volveremos a ver.