23 de Noviembre de 2024
 

Cambios en la Política Exterior de EE. UU y la Migración Hacia Cuba

 

Por Alitzel Mayorga

Estudiante de Relaciones Internacionales del Tec de Monterrey

 

El pasado lunes 16 de mayo el Departamento de Estado de Estados Unidos anunció una serie de medidas que buscan suavizar la política económica y migratoria hacia Cuba. La decisión tomada por la administración de Joe Biden sobre los cambios de política suponen una marcha atrás respecto a las medidas tomadas por el expresidente Donald Trump.

Se estima que los cambios beneficiaran la iniciativa privada y pequeñas empresas de ambos países, en el caso de Cuba dichos sectores representan el 15% de la población económicamente activa; además de promover mejores condiciones a las personas migrantes. Asimismo, el anuncio de las medidas sucedió a un mes después de la reanudación de las conversaciones migratorias entre los países y la reapertura de la embajada de EE. UU en La Habana.

 

¿Cuáles son las medidas anunciadas?

Se restablecerán los vuelos comerciales y directos entre EE. UU a Cuba, hasta ahora solo llegaban a La Habana y se extenderán a más ciudades de la isla. Por otro lado, se reanudan los viajes a Cuba para las personas norteamericanas con categoría people to people. Esta categoría de viajero fue restringida desde junio de 2019 pero en 2014 a 2016 fomentó el diálogo educativo, y estimuló al sector de servicios de hospitalidad, visitantes, hotelero y gastronómico cubano. Ahora los estadounidenses viajaran a la isla con menores restricciones.

En el tema de migración se suspenderá el límite de $1000 dólares por trimestre a las remesas y se permitirán envíos a personas que no son familiares a través de empresas como Western Union. Se restablecerá un programa de reunificación familiar "family reunification parole" que llevaba suspendido desde hace años. También, se ampliará el procesamiento de visas, lo cuál incluye viajes educativos, de reuniones profesionales e investigación. Se espera cumplir un compromiso de conceder no menos de 20.000 visas anuales a ciudadanos cubanos.

Por otro lado, las medidas también incluyen la extensión de servicios por internet y un acceso amplio de este en la isla. Su buscará el crecimiento y apoyo del sector privado cubano a emprendimiento independientes y negocios estadounidenses a través de plataformas de comercio digitales que diversifiquen los pagos electrónicos, el acceso al comercio y el micro financiamiento.

 

Aumento de la migración irregular

            La migración irregular se exacerbó con el deterioro económico y del comercio exterior de Cuba, con las restricciones de movilidad durante los años de pandemia Covid-19 y con las restricciones económicas y migratorias de Trump. En 2018 el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE. UU cerró permanentemente la embajada en La Habana, el mismo año la administración de Trump suspendió la aplicación de los acuerdos migratorios, como los canales legales para solicitar visas y el mencionado programa de reunificación familiar.

Para 2020 la llegada de visitantes a la isla se redujo un 74.6% la industria turística aporta poco más del 10% del PIB. En el mismo año la migración legal a EE. UU se redujo 90% según el artículo publicado por el Quincy Institute, se reportaron 14 000 cubanos en estatus de migración irregular. Sin embargo, para 2021 la cifra aumento a 39 303 personas migrantes, y en lo que va hasta abril de 2022 se han registrado 83 478 cubanos, es un récord histórico en cantidad de casos de migración. De hecho, marzo fue el mes con mayor récord, en dos décadas, de personas encontradas mientras cruzaban de manera irregular. El estado de Florida ha recibido el 60.1% de los casos, seguido de Texas con 20.8%.

Cabe resaltar que la eliminación de visados las personas cubanas por parte de Nicaragua, puesta en marcha en noviembre de 2021, ha promovido que ahora la gran mayoría de las personas migrantes realizan sus trayectos hacia EE. UU por tierra. Aunque se señala que Nicaragua esté proponiendo esta política para presionar a Estados Unidos a fin de que levante las sanciones económicas impuestas al presidente Daniel Ortega, más que por solidarizarse con la población migrante cubana.

Esto se contrata bastante con la ahora segunda etapa de migración histórica y masiva entre los años 80 y 90, se instauró la política “Pies Secos Pies Mojados” que planteaba que si las personas eran interceptadas en el mar les deportaban a Cuba, pero si lograban llegar a tierra se les otorgaba el permiso de quedarse en EE. UU.

 

Política Exterior de EE. UU y la Situación Política de Cuba

También es importante señalar que el aumento migratorio se relaciona con la situación política interna de Cuba. En junio de 2021 se produjeron protestas por la creciente inflación, la escasez crónica de alimentos y medicamentos y los continuos cortes de electricidad. El gobierno cubano respondió imponiendo una de las mayores medidas de represión en décadas. Más de 700 cubanos han sido acusados por participar en las protestas. Tanto la situación política de la isla y la respuesta de la política exterior de EE. UU tienen impacto y oportunidad en promover un bienestar a la ciudadanía cubana y migrante.

En junio se celebra la Cumbre de las Américas en Los Ángeles, en esta los países miembros intentarán acordar un marco regional para la migración y otorgar el apoyo financiero a los países latinoamericanos con grandes poblaciones de migrantes. La administración de Biden ha anunciado mantener abierta la invitación a la cumbre únicamente a gobiernos democráticos.

Sin embargo, Cuba fue invitada a las dos anteriores, en 2015 y 2018 pero el 25 de mayo de este año Miguel Díaz, presidente de Cuba, anunció que no asistirá a la cumbre y señalo que esta desde su formación nunca fue inclusiva ni plural y aparta a los gobiernos de Venezuela y Nicaragua. Consecuentemente, como alternativa a la cumbre, el viernes 27 de mayo Cuba fue sede la reunión presidencial de la a Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). Si bien EE. UU y Cuba han entablado relacione bilaterales para cambiar sus políticas, ambas cumbres son espacios de influencia regional, que deberían de aprovecharse principalmente para atender la crisis migratoria y económica de Cuba y la región. 

 



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