Por Nelson Peiro
Estudiante de Relaciones Internacionales del Tec de Monterrey
Lo sucedido en Uvalde, Texas unos días atrás está empezando a mostrar sus primeras consecuencias. Si bien lo sucedido ocurrió en Estados Unidos, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, se muestra preocupado y consternado por este tipo de sucesos y resalta la cercanía (territorial y cultural) entre ambos países. En su presentación ante los medios de comunicación y rodeado de ministros del gabinete, parlamentario liberales y defensores del control de armas declaró lo siguiente: “Solo necesitamos mirar al sur de la frontera para saber que, si no tomamos medidas, con firmeza y rapidez, solo empeorará”.
Es evidente que tanto el cómo su gobierno quiere realizar reformas para evitar las situaciones que ocurren en su país vecino. Actualmente se encuentra a la espera de la rápida aprobación de su para estas nuevas medidas de control de armas de fuego destinadas a combatir el aumento de la violencia. Mientras los cambios se encuentran en proceso y aprobación, Justin Trudeau, mediante su poder y liderazgo ha decretado este lunes 30 de mayo de 2022 que serán congeladas las ventas de armas de fuego en su país.
Entre las restricciones y reformas que quieren aplicar están las siguientes:
- Retirar las licencias de armas de fuego a personas que cuentan con registros de violencia doméstica o acoso criminal.
- Promete Justin Trudeau ante la prensa crear una ley a la que denomina “de bandera roja” que permitiría a los jueces a obligar a los propietarios de armas a entregarlas a las autoridades en caso de ser considerados un peligro para ellos mismo o para otros.
- Ordenará que los cargadores de armas largas se modifiquen para transportar no más de cinco rondas.
Todo parece indicar que los cambios entrarán en vigor pronto y las autoridades comenzarán con sus respectivas obligaciones. A diferencia de Estados Unidos, la población canadiense en su gran mayoría apoya públicamente las medidas de control de armas, incluso cierto sector llega a apoyar una prohibición completa de la posesión civil de armas de fuego. En Estados Unidos siempre es complicado sacar y debatir este tema, un sector está a favor y el otro en contra, por lo tanto, siempre hay un choque de ideas y opiniones que generan tensión dentro de la sociedad norteamericana. Además, detrás de las armas y municiones hay una gran industria con un poder económico y político importante que siempre va a luchar a favor de sus intereses.
Los niveles de homicidios en Canadá no están para nada cerca de los números de EEUU, sin embargo, hasta en el 37% de sus homicidios ha intervenido un arma de fuego. Evidentemente las situaciones y contexto son completamente diferentes, no obstante, el lado liberal de Canadá ha prometido donar $1 billón a fundaciones para prohibir las armas.
Los debates alrededor de estos temas siempre van a existir. No hay duda que la población canadiense y su cultura, totalmente al contrario de los estadounidenses, facilita la intervención del gobierno y las autoridades para manejar y controlar las regulaciones alrededor de esta enorme industria y con todo su poder.