En los últimos días la crisis diplomática entre México y Perú se ha mantenido en el hilo mediático pues como ya sabemos, con el golpe de estado en Perú, la destitución de Pedro Castillo por parte del congreso y la casi huida a México del exmandatario, cosa que no sucedió, a lo que se pensaría que todo terminó ahí, pero de alguna manera las cosas empeoraron a raíz de comentarios y acciones que legalmente no tendrían repercusiones pero en las relaciones políticas bilaterales han pagado el precio.
Toda esta situación de alguna manera encendió las alarmas cuando Pedro Castillo el día de su detención quería llegar a la embajada mexicana en Perú para pedir asilo político ya que estaba de alguna manera el planteamiento de persecución política pero antes de llegar lo lograron detener, además de que los mismos ciudadanos evitaron el paso de su vehículo para la embajada.
Este sería el primer indicio de lo que estaba pasando entre México y Perú pues el presidente López Obrador sería uno de los que cuestionaría la detención hasta ese día de su homólogo, tomando en cuenta que los funcionarios peruanos y congresistas no vieron con buenos ojos los comentarios del mandatario mexicano.
Si lo vemos desde este punto, no sería para tanto más que comentarios desatinados, pero todo se pondría crítico ante la petición de la familia de Castillo para tener asilo en México por lo que la población peruana, así como la clase política vieron esto como una intervención en los asuntos de la nación andina.
Todo llegaría a su cúspide cuando sería concedido el asilo a la familia Castillo en nuestro país, causando así la decisión sobre la expulsión del embajador mexicano en Perú Pablo Monroy, que se supone ya debe estar en México por el tiempo de 72 horas que se le dio para abandonar la República Peruana.
La historia de México como un país que da asilo a quien se lo pida es interesante ya que nuestra nación al ser pacifista ha recibido en muchas ocasiones a personas que han pedido asilo, claro muchas cuestiones especiales porque no debemos olvidar que nuestra región está sufriendo una crisis migratoria sin precedentes, sin embargo no ha evitado que en diferentes etapas de la historia, México haya sido quien recibiera a personas que huían por razones justificables de sus países como el conocido León Trotski, los niños hijos de españoles que huyeron en la guerra civil española de los años 30s, personas que se fueron de sus países por guerras en el siglo XX, sin contar a los que lo hicieron en estos 20 años como sirios, iraquíes, ucranianos y demás.
También es conocido nuestro país por la capacidad de albergar migrantes pues en los últimos años así ha sido por lo que no es de sorprender que existan estos escenarios en México. Pero de los hechos más relevantes son los asilos políticos como el de Evo Morales que después de irse de Bolivia se refugió en nuestro país, de alguna manera blindado por el presidente López Obrador que ya se encontraba en funciones, lo que de alguna manera puso en jaque las relaciones diplomáticas de ese país con el nuestro, por lo que no es la primera vez que pasan estas cosas, aunque eso sí, son escenarios de alguna manera relacionados por muchas razones políticas, de contexto, incluso ideológicas.
Si lo vemos así, estas personas que han sido recibidas en México, hablando de líderes políticos, son de alguna manera simpatizantes ideológicos del presidente, algo que no debería de sorprendernos, pero independientemente de las cosas, si han puesto en duda la manera en que han manejado las coas, por lo que las estrategias de negociación no son tan eficientes ya que esto no es nada fuera de lo convencional en la relación internacional pero cuando no hay un mandatario que sepa manejar las cosas y representantes de México en el extranjero que no puedan negociar eso siempre saldrá mal.
En conclusión, podemos ver que el escenario con Perú es parecido al de Bolivia en cuanto sus problemas con México al día de hoy, por circunstancias semejantes para llevar a cabo los procesos planeados, que en este caso se espera no llegue a un punto más grave para que todos los diplomáticos se vayan del país como sucedió con Bolivia después de todo el asunto de Evo Morales.
Es momento de reflexionar, pues las relaciones entre países deben ser manejadas siempre con cautela y prudencia por lo que se requiere siempre líderes que puedan hacerse cargo cuando deben y no meterse en momentos inapropiados como el de dimes y diretes como está acostumbrado el tabasqueño, o ¿Qué opinas?