Cuando existen varios poderes en un país, se tiene como propósito lograr un equilibrio que represente a un país democrático y representativo, donde las decisiones no recaigan en una sola persona como en las dictaduras, o en estados totalitarios, por lo que la parte occidental del mundo en su mayoría cuenta con esta división de poderes, sin embargo, está lejos de ser perfecta.
Hace unos días el presidente de México decretó que las obras que está llevando a cabo sean nuevamente de seguridad nacional, después de que la SCJN dictaminó que debía transparentarlas por lo que el ejecutivo nuevamente decretó que esas mismas obras deben ser de seguridad nacional a excepción de algunas, por lo que nuevamente existe controversia.
Los tres poderes en México siempre han sido un enigma ya que de alguna manera no han quedado fuera de la controversia pues en la historia de este país, se vio tanto la inestabilidad de los poderes e instituciones que no permitieron un desarrollo pronto, por ejemplo, el ejecutivo federal ha tenido una historia muy interesante pues representaba el puesto más alto donde se sabía, era el mando máximo, dejando de lado a los legisladores y la SCJN que en aquel entonces trataba de imperar como la protectora de leyes.
Los poderes empezaron a tomar forma en la Reforma de 1857, que nuevamente se vería interrumpida por la intervención francesa por lo cual, al llegar a la república restaurada, se suponía habría un equilibrio entre poderes que no se logró por la lucha de poder que terminaría con un periodo de más de 30 años como el Porfiriato aunque de alguna manera se consolidaría institucionalmente el país con los 3 poderes pues ya no había inestabilidad, sino hacía falta transición a la democracia para así lograr un paso institucional grande y en orden, cosa que no sucedió por la Revolución Mexicana, que curiosamente dejó todo más inestable que cuando estaban en 1876, ya que irónicamente Porfirio Díaz murió en 1815, tan solo 5 años después del inicio de la Revolución, y de haber seguido en el poder tal vez se hubiera dado una transición diferente pero el hubiera no existe.
Con el periodo del caudillismo, salió nuestra actual Carta Magna en 1917, para que hasta 1934 se consolidara el poder ejecutivo, legislativo y judicial, llegando al final de transición de poderes para su equilibrio y manejo de civiles en 1946 con la llegada de Miguel Alemán como presidente civil en el periodo institucional.
La transición política llegaría hasta el 2000 con la llegada de Vicente Fox a la presidencia con un Congreso plural y una Suprema Corte sólida, que estos dos últimos organismos lograron poder a partir de los 90s, por lo que para el nuevo milenio sirvieron de un contrapeso necesario para el país, aunque siempre se ha criticado el sistema judicial del país, el poder legislativo que siempre ha ido a la corriente de un ejecutivo federal que tiende a imponerse por sobre los demás poderes.
Esto no es algo exclusivo de México pues por lo general esto llega a pasar en la mayoría de países de Latinoamérica, mientras que países como USA y Canadá tienen un freno de poder supremo y es la Suprema Corte de sus respectivos países, pues se sabe que esa es la última instancia para resolución de conflictos, tomando en cuenta que ellos tienen un sistema jurídico de Common Law mientras que el de Latinoamérica es el Germánico.
Todo esto implica también en lo político pues gran parte de los recientes conflictos entre la Corte y el Ejecutivo se han dado por cuestiones de poder político aunque cuando menos en la SCJN han dado la pauta de las razones de sus decisiones en términos legales, algo que el ejecutivo no ha logrado justificar por lo que persevera el antagonismo entre ambos que se duda se pueda subsanar con algo.
Para 2024 con las próximas elecciones se puede tomar como tema de conversación a un candidato del partido o coalición que sea para que se convierta en el idóneo para dialogar con los demás poderes, especialmente con el judicial para llevar una relación equilibrada como no lo hizo en su momento el presidente López Obrador, pero todo puede pasar.
Se puede concluir que los poderes de la nación deben ser independientes a los demás pues es la manera de anteponer un equilibrio que no de a un poder absolutista en una democracia por lo que es necesario que México se adapte que la responsabilidad no recae en una sola persona sino que recae en cada representante que existe en cada institución del país.
Es momento de reflexionar, pues de alguna manera se determina que relación entre poderes es indispensable y la transparencia entre estas también, por lo que el decretazo indica una vez más polémica y ruptura entre los poderes, aunque es cierto que se debe transparentar y sustentar decisiones de conformidad con criterios objetivos y no político- ideológicos, o ¿Qué opinas?