-CONTADORES DE DIAS-
La noche del 31 de diciembre las manecillas del reloj llegaron a las 12. Siempre llegan. Cada año han llegado. En la mayoría de las casas el olor a comida se esparcía plácidamente. Las luces de colores alumbraban desde un árbol de navidad ya sin regalos. La música se fugaba por las ventanas y recorría en el vecindario. Un año más terminaba y comenzaba otro.
Esa noche me puse a pensar en que a los seres humanos nos gusta contar los días. Marcar las horas, los días en los calendarios.
Yo, cada fin y comienzo de año, recuerdo esta frase que aparece en uno de los salmos:
"Enséñanos a contar de tal modo nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría."
(Salmo 90:12)
Contar nuestros días puede ser quizá una de las necesidades inherentes mas fuertes en el ser humano. Saber en dónde estamos en esa línea imaginaria que creemos que es el tiempo. Pero no basta quizá solo contarlos días, sino poner atención a lo que dice el salmista:
"Enséñanos a contar nuestras días DE TAL MANERA..."
El autor de está frase, esta oración, es a Dios quien le pide que le enseñe a contar los días, pero también le pide que le enseñe a hacerlo "De tal manera" ... ¿Y de que manera habla? Tendríamos que leer el salmo 90 completo para entenderlo, o quizá al menos recordar que ahí habla también de que Él ha sido Dios de generación en generación, aún antes de la fundación del mundo. Y que para Dios mil años son como un día o como la vigilia de la noche. Y que los hombres en cambio somos como una planta que florece por la mañana y en la tarde se marchita y se muere. Esa "tal manera" es de eso de lo que habla el versículo 12: Pensar en la eternidad de Dios y lo efímero del ser humano. Eso, según el salmista, nos trae sabiduría al corazón.
Hoy el mensaje más popularizado en nuestro tiempo es “vive el presente” el ahora. Y olvidamos que no sólo somos este instante:
Somos la experiencia de nuestro pasado y la esperanza de nuestro futuro.
No porque ayer hayamos empezado año nuevo, mes nuevo y semana nueva, en realidad empezamos de cero. Debemos aprender a contar nuestros días sabiendo que si bien somos efímeros, Dios es eterno y que Él, paradójicamente, a puesto esa eternidad en el corazón de nosotros.
Con está reflexión y deseando que este 2024 sea uno excelente año para todos, empezamos también esta columna sobre teología aplicada para todos, donde estaremos pensando y escribiendo de cosas (que no son cesta,cosas) relativas a la fe y la espiritualidad de la humanidad.