25 de Noviembre de 2024
 

Panoramas de Reflexión

Sea feliz ahora

Muchas veces les he comentado que la felicidad es personal, es subjetiva, pertenece al modo de pensar y de sentir de cada quien en oposición al mundo externo, a lo que piensen o sientan los demás. Desde pequeños nos convencemos a nosotros mismos que la vida después será mejor. Creemos que después que terminemos nuestros estudios y encontremos un trabajo, nuestra vida será más feliz que ahora.

            Después, creemos que cuando nos casemos, tengamos nuestros hijos, nuestra propia casa, nuestro propio auto y en general, una vida más cómoda, alcanzaremos por fin la felicidad. Y así nos la pasamos interminablemente, dejando que el tren de la vida pase frente a nosotros sin vivir intensa y plenamente nuestra existencia, sin atesorar las pequeñas cosas de la vida, sin aquilatar los gratos y bellos momentos que la misma nos concede, nos regala. Vivimos más preocupados por lo que dejamos de hacer ayer, por las cosas que pudimos evitar y no hicimos. También pasamos otro gran tramo de la vida planeando infinidad de proyectos que muchas veces no llegamos a realizar, desperdiciando el tiempo en banalidades que confundimos con la felicidad. Ser feliz es además ser humilde, sencillo, alegre, desinteresado, amigo de los demás. La felicidad está aquí y ahora, en este preciso momento, aprovéchelo, vívalo, disfrútelo a cada momento, a cada instante de su vida. No sea que después se arrepienta cuando ya sea demasiado tarde. Mucha gente piensa que no es feliz porque le faltan muchas cosas, todas materiales, suntuosas y superfluas, y que con ellas sería más feliz, dejando de lado las cosas que realmente valen la pena en la vida; como la caricia de la pareja que tiene a su lado, el cariño de un perro fiel, la mano de un amigo que muchas veces le acompaña, orienta y apoya en los momentos difíciles, el amor incondicional de sus hijos. Son personas que han dejado de vivir y disfrutar con intensidad las pequeñas cosas bellas de la vida que son tantas. Si usted puede ¡y claro que puede!, pues hágalo. Dese cuenta que en esta vida vale más tener amigos, gente que le quiera y acompañe, que dinero. El dinero, sirve para remediar incontables necesidades, no para atesorarlo con demasía porque genera discordias, ambición, envidia, y le aleja más de la anhelada felicidad que se empeña en buscar.

            Sea invariablemente consecuente, amigo, humilde, sencillo, positivo, alegre, de buena vibra, cariñoso, caritativo y misericordioso con los demás, pero prudente, honesto, recatado, pero inteligente. Pues siempre encontrará vivaces. Viva su vida intensamente, disfrutando plenamente cada momento que la vida le brinde. Sea feliz ahora, a pesar de sus inconveniencias, de sus carencias y sus limitaciones. Nunca intente dañar a nadie, con ello solo encontrará todo lo contrario. Viva en paz con Dios, con sus semejantes y consigo mismo. Quizá le parezca demasiado insistente pero créame, así debería caminar la maquinaria social en la que nos encontramos sumergidos. Este pensamiento está basado en una reflexión anónima que nos revela grandes verdades, útiles consejos todos para vivir una vida mejor. Ahora, aquí y ahora, no para después. ¿No lo cree usted así amigo lector? Piénselo un poco. Que tenga un buen día.

 

Luis Humberto.



Banner Hotel