No digas que no puedes
José Antonio Meléndez Rodríguez, centroamericano de nacionalidad estadounidense, nace el 9 de enero de 1962, y es más conocido como Tony Meléndez. Guitarrista, compositor y cantante nicaragüense, célebre por su habilidad al tocar la guitarra con los pies. También es orador motivacional y ministro de la iglesia católica.
Tony nació sin brazos debido a los estragos de un medicamento recetado por orden médica a su madre durante el embarazo. El medicamento "Talidomide" debía calmar los efectos de náusea del primer semestre de embarazo, pero sus efectos dejaron un terrible saldo, miles de niños nacieron con deformidades, sin brazos, sin pies o faltándole ambos. Cuando era niño, Tony veía a su papá tocar la guitarra y sintió el gran deseo de poderla tocar también, hasta que un día su papá puso la guitarra en el suelo. "Tony", dijo, "anda a lavar los pies". Se los lavó y se sentó a tocar la guitarra por primera vez. Nunca dejó que su condición física le desanimara, y con mucho esfuerzo y práctica, aprendió a tocarla magistralmente con los dedos de sus pies. Tony empezó a tocar en misa y en conferencias, hasta que lo vio alguien que trabajaba en la organización de las actividades para la visita del Papa a Los Ángeles en 1987. Tony fue seleccionado para cantarles al Papa y a los jóvenes, y allí ocurrió el famoso encuentro. Fue un momento inolvidable para él, así como para todo aquél que le vio aquel 15 de septiembre de 1987. Tony fue seleccionado para cantarle una melodía al Santo Padre. Subió a la tarima, acompañado con guitarra, la que solo puede tocar con los dedos de los pies. Tony le cantó una linda canción a Juan Pablo II titulada, Never Be the Same (Nunca ser igual). Al terminar, el Santo Padre, emocionado, no pudo contenerse, saltó del escenario y se llegó a donde Tony para abrazarle. Para Tony, como para nosotros, la vida jamás sería igual. Desde ese momento no ha descansado, ha viajado a través de los Estados Unidos y a más de 30 países alrededor del mundo, compartiendo su música y un hermoso testimonio de vida y fe. Actualmente reside en Branson, Missouri, con su esposa y dos hijos. Allí también tiene una banda.
Un hermoso ejemplo de vida que nos demuestra una vez más que una discapacidad física solo radica en nuestra mente. No existen límites, cada esfuerzo, cada lucha tiene su recompensa. Tal vez solo sea necesario una inextinguible determinación y un insuperable tesón para lograr todo lo que se proponga. Es cierto que existen metas inalcanzables para quienes padecen alguna discapacidad física, pero siempre es posible sortearlas, darles la vuelta e improvisar otras maneras de lograr las cosas que nos parezcan imposibles. Todo está en nosotros. Siempre hay alguien en la vida dispuesto a ayudarnos. Este es tan solo un ejemplo de vida de un ser humano que desde un principio creyó en él, y usted, que está bien, que no padece ninguna discapacidad física, no tiene pretexto alguno para lograr todo lo que se proponga. Busque con determinación lo que necesita, lo que pretende, sin detenerse ni claudicar en el esfuerzo, siempre existen maneras de lograrlo. No diga que no puede. ¿No lo cree usted así amigo lector? Piénselo un poco. Que tenga un buen día.
Luis Humberto.