Plante rosales
La vida puede usted vivirla como le venga en gana, después de todo usted es el único responsable de sus propios actos; las consecuencias, positivas o negativas, de éstas están en relación directa con el modo en que la viva. Usted es la suma total de todas sus opciones. Como dice el excelso poema de Amado Nervo, “En paz”. “Cuando planté rosales coseché siempre rosas”.
Pero que sucedería si no cuida las rosas, se llenarían de plantas parásitas, insectos, hongos dañinos y muchas otras tantas cosas más que deteriorarían su belleza. Lo mismo sucedería con todas las acciones que emprendamos; cuando las acciones a ejecutar son debidamente planeadas, correctamente estructuradas para su eficiente organización, llevadas a cabo ejerciendo una perfecta dirección durante su ejecución, y aplicando los controles necesarios que garanticen la eficiente consecución de los objetivos que previamente se hayan establecido con su relación, entonces los resultados no tendrían por qué no ser seguros, obtenemos entonces lo que realmente deseamos. Y si las acciones a ejecutar están impregnadas, de buenos propósitos morales, espirituales, sociales y hasta económicos, sus efectos serán doblemente satisfactorios. Las acciones que se ejecutan con o para fines perversos, aunque sean debidamente planeadas y realizadas satisfactoriamente, solo generarán desventuras para mucha gente y para uno mismo. Nada bueno puede obtenerse a través de la maldad, del odio, del rencor, de la envidia y la ambición malsanas; es decir, si siembra espinas cosechará siempre espinas. Lo mejor de la ley de la causa y el efecto es que ésta es inviolable. Desafortunadamente nos cuesta mucho trabajo comprender esta realidad, sin embargo, tarde o temprano reconocemos nuestros errores. No hace mucho tiempo una señora me comentó que quiso ponerle de ejemplo uno de mis escritos a sus hijos, dándoselos a leer con el objeto de que enmendaran su manera de ver y vivir la vida, y ellos le contestaron que yo pensaba así porque estaba paralítico, y que si no estuviera así tal vez no pensaría igual. Yo le contesté que dejara pasar más tiempo pero sin dejar de orientarlos para que organicen mejor sus vidas, pues los jóvenes desafortunadamente siempre tienen la tendencia a pensar que la vida nunca les va a cambiar, aunque vean de cerca cómo les cambia a otros la suya. Todo en esta vida se mueve, todo cambia, nada permanece estático, y a veces es para favorecernos, pero otras veces sucede todo lo contrario y de las acciones que emprendamos en la vida, dependerá nuestro futuro. La ley de la atracción juega un papel crucial en nuestro destino.
Si no emprendemos nada, si no luchamos por nada en la vida pues eso precisamente obtendremos, nada. Si luchamos por un ideal, si trazamos oportuna y adecuadamente los objetivos y los propósitos de nuestra existencia, sin dañar a nadie en la consecución de los mismos y observamos nuestros fracasos y errores para aprender de ellos, entonces, solo entonces, cosecharemos siempre rosas frescas y bellas. ¿No lo cree usted así amigo lector? Piénselo un poco. Que tenga un buen día.
Luis Humberto.
