Aquí y ahora
En estos días he andado demasiado “ocupado” con pensamientos basura que a diario nublan y perturban mi mente y no me dejan pensar positiva y adecuadamente. Es penoso reconocerlo pero nadie, absolutamente nadie, está exento de preocupaciones y barreras mentales que nublan nuestro espíritu. La mente debería ser nuestra mejor aliada, pero a veces se puede convertir en nuestra peor enemiga si nosotros lo permitimos.
Todo depende del cuidado que procuremos en nosotros mismos. Sin embargo, es preciso jamás permitir que nuestra mente pueda actuar en contra de nosotros. Entre menos concedamos la entrada a pensamientos negativos que puedan perturbar nuestro estado de ánimo, más será la tranquilidad que experimentemos en nuestro camino por la vida. El pasado suele abrumarnos con pensamientos que ya no tienen remedio. El futuro es preocupante y debe planearse y tomarse en cuenta; pero lo que estamos viviendo ahora es el presente, el aquí y ahora, lo único que cuenta y que tenemos en cada momento, pues se compone de cada suceso que vivimos, incluso de este en que nos encontramos leyendo el pequeño artículo que ahora tenemos en nuestras manos. Cuide su salud, su cuerpo, su mente y su espíritu. Aléjese constantemente, lo más que pueda, de pensamientos negativos que perturben su mente. Recuerde que la elección es suya. Al menos en eso me estoy ocupando ahora. La tarea no es fácil, pero creo que me estoy esforzando y sé que muy pronto voy a obtener beneficios. Todo está en ser paciente y realizar diariamente pequeños ejercicios mentales que le ayuden a cambiar de manera de pensar. Usted mismo puede imponerlos. Quizá suene repetitivo pero somos personas únicas, irrepetibles, especiales, totalmente diferentes a los demás. No tenemos nada más y nada menos que las personas que triunfan y se esfuerzan, sólo quizá su manera de pensar, de ver las cosas, de aprovechar las oportunidades que se les presentan, de vivir la vida. La actitud que usted tome será determinante en su destino. Olvídese de pensamientos negativos y perturbadores que distraigan metas trascendentales en su vida. Trabaje arduamente en su persona, en su yo interior y obtendrá finalmente los beneficios que todos esperamos, el éxito anhelado. Hagamos un verdadero esfuerzo, su mente que es la responsable del entendimiento, de la capacidad de crear pensamientos, el raciocinio, la percepción, las emociones, la memoria, la imaginación, la voluntad y tantas otras habilidades cognitivas, se verá enormemente favorecida si así lo hace. Basta ya de quejarnos y emprendamos la búsqueda de soluciones que mejor nos favorezcan.
En resumen, es preciso acentuar aquí que una vida sana, exitosa, plena, depende, en buena medida, de la actitud que decidamos adoptar en nosotros mismos y ante los demás. La diferencia la hace usted con su elección. La decisión es suya. Todo lo que vale la pena en la vida no se hace fácilmente, requiere de un esfuerzo preponderante. No nos quedemos pues con las ganas de hacerlo, como muchas veces lo hacemos, e intentémoslo en verdad, seguramente mejoraremos considerablemente nuestra existencia. ¿No lo cree usted así amigo lector? Piénselo un poco. Que tenga un buen día.
Luis Humberto.