Alternancia en el gobierno de Veracruz
La crisis política, social, económica e institucional que actualmente enfrenta el estado de Veracruz tiene un origen. Especialistas advierten que las condiciones adversas iniciaron hace 12 años cuando llegó Fidel Herrera Beltrán a la gubernatura, porque fue quien industrializó las bases de la corrupción y dejó un sucesor desconocedor de la política del centro, sin experiencia en el servicio público y rebasado frívolamente por el poder.
La derrota del PRI en Veracruz y sus posibles causas, supone una sacudida en las estructuras institucionales del estado. Después de 86 años de hegemonía de ese partido, llega a gobernar un político emanado del PAN, en alianza estratégica con el PRD, Miguel Ángel Yunes Linares. Un personaje que en sus inicios fue priísta.
La alternancia en el gobierno se dio ante reiteradas muestras de desobediencia y resistencia, de inconformidad y protestas sociales por el exceso de abusos y arbitrariedad e incluso de posibles delitos. La ciudadanía también empujó ese cambio, harta de las prácticas de corrupción y abusos de autoridad de funcionarios deshonestos que hoy, los menos, son perseguidos por la justicia.
Al repasar la historia del siglo XX, salvo las etapas iniciales dentro de los procesos de la Revolución y Posrevolución, cuando se empieza a consolidar el poder nacional, en Veracruz la lucha entre las fuerzas por obtener el poder se fue consolidando.
En los años 20’s, Heriberto Jara Corona no pudo terminar su periodo constitucional como gobernador de Veracruz debido a conflictos políticos y económicos con el entonces presidente de México, Plutarco Elías Calles. Le faltó un año y un mes para concluir su mandato.
Con otros actores y condiciones político-sociales, en medio de un escándalo de corrupción, Javier Duarte de Ochoa tuvo que pedir licencia para separarse del cargo de gobernador de Veracruz a 48 días de terminar su mandato. De inmediato fue perseguido por la justicia por delincuencia organizada y lavado de dinero.
Hoy estamos ante el inicio de una administración pública que promete “una etapa de buen gobierno para Veracruz” y comenzar una nueva “época” al lado de personas que aman al estado y que están comprometidas con el cambio que se requiere.
Desde esta casa editorial deseamos que en los próximos dos años se puedan concretar las obras y acciones programadas para rescatar la entidad, pero sobre todo atender el enorme rezago en desarrollo social, seguridad y economía.
Como todos los que esperan el bien para Veracruz, nos sumaremos con trabajo al esfuerzo conjunto para emerger de las diferentes crisis que vivimos, sin dejar de señalar las deficiencias en las instituciones y demandas de la ciudadanía, para que puedan ser atendidas en beneficio del estado.
Estamos convencidos de que es tiempo de sumar esfuerzos por un bien común.