Luis Humberto
Belleza
“Un hombre va donde su sastre y se queja: –Me hizo un bonito traje pero con mangas demasiado cortas. El sastre le dice, –encoja sus brazos y así se verá bien. –De acuerdo, responde el hombre. –Pero esta parte que cubre mi hombro derecho es más ancha que la otra. El sastre le dice, –inclínese hacia el lado izquierdo, así el traje se le ve equilibrado. –De acuerdo, pero las piernas del pantalón también son demasiado cortas. –Doble un poco las rodillas y nadie se dará cuenta de eso. –Perfecto, ahora todo está bien, dice el hombre y se va a la calle todo torcido. Se encuentra con un amigo y le dice: – ¡Pobre, ¿qué te pasó?! Andas como un monstruo. –Sí, responde el hombre, pero mi traje se ve formidable.
El traje mal hecho simboliza al ego que la familia, la sociedad y la cultura nos crean. El cerebro nos da una visión limitada de nosotros mismos, pero tenemos infinitas posibilidades de ser. El Ser esencial, esa dimensión inconsciente, poderosa, infinita, que es lo que en verdad somos, debe adaptarse a un traje que lo aprisiona, a una personalidad que parece "normal", sin poder manifestarse en toda su grandeza creadora. El verdadero traje, la equilibrada personalidad, aquella que es necesaria para vivir en sociedad, hay que ir a lo más profundo dé nosotros mismos para encontrarla, un hermoso traje que nos deje mostrar lo que somos sin estar deformados por los intereses principalmente económicos del mundo en que por ahora vivimos, un ego en plena salud. El ego limitado vive enfermo y sus límites mentales lo hacen cómplice de políticas y negocios que están destruyendo al planeta. Tómese unos minutos de descanso, siéntase inmóvil y observe qué clase de traje está usando. Este mismo hombre, todo replegado dentro de su elegante traje, va al Casino y pierde todo lo que tiene. Se va a la calle, apoya una pistola contra su sien y se decide a apretar el gatillo. Lo interrumpe una gitana. – ¡Señor, si me da 200 pesos y me muestra la palma de su mano le diré su futuro!". Hay cosas que no se pueden decir con palabras. La verdad dicha con palabras es sólo una aproximación de la realidad. La palabra no es la cosa. La verdad es inefable. Lo que podemos conocer es la belleza. Ella es el resplandor de la verdad. Lo máximo que puede encontrar en el interior de usted mismo, es su propia e inmortal belleza. Sea quien sea, haya hecho lo que haya hecho, por muy limitado que fuera su traje, al morir en esta dimensión, entrará en la dimensión de la belleza”.
Alejandro Jodorowsky Prullansky, es un artista polifacético chileno nacido en Tocopilla, el 17 de febrero de 1929 de origen judío-ucraniano, nacionalizado francés en 1980. Entre sus muchas facetas destacan las de escritor, dramaturgo, actor, poeta, director teatral, director de cine, guionista de cine, compositor de bandas sonoras, escultor y escenógrafo en cine, guionista de cómics, dibujante, instructor del tarot, mimo, psicoterapeuta y psicomago. Fundó, junto a Roland Topor y Fernando Arrabal, el Grupo Pánico. Su aportación más controvertida es la psicomagia, una técnica terapéutica que conjuga los ritos chamánicos, el teatro y el psicoanálisis, intentando provocar en el paciente una catarsis de curación y que ha influenciado a la psicoterapia en numerosos países. También es conocido en el mundo del cine por dirigir los controvertidos largometrajes "La Montaña Sagrada", y "El Topo o Santa sangre", entre otras. A la edad de veinticuatro años quemó sus fotografías y se fue de Chile, recalando en París en 1953. Vivió unos quince años en México, entre 1960 y 1974 (si bien de 1973 a 1974, residió en Nueva York) y desde finales de 1974 reside en Francia, país del que ha adquirido la nacionalidad. Tiene por tanto doble nacionalidad, chilena y francesa. En la actualidad, Jodorowsky vive en París, en la avenida Daumesnil, cerca del Gare de Lyon, donde da clases de tarot y conferencias sobre sus técnicas terapéuticas (1a psicomagia y la psicogenealogía) en el Café Le Téméraire próximo a su casa de la citada avenida.
Belleza es el fragmento de este pensamiento crítico y moderno acerca del que deberíamos reflexionar todos, cuando decidamos realizar las compras de nuestra necesaria pero no extravagante indumentaria tan importante en nuestra vida diaria. Facundo Cabral hizo referencia en una canción que su abuela se reía mucho al ver tantas cosas en un supermercado y ella que necesitaba tan poco. La actual sociedad de consumo agresivo en la que estamos inmersos ahora, hace una terrible hondonada en los bolsillos de personas inseguras débiles de carácter y baja autoestima (su principal fuente de riqueza), que requieren tantas cosas para aparentar lo que no pueden o no quieren ser en realidad. ¿No lo cree usted así amigo lector? Piénselo un poco. Que tenga un buen día.