PURGA NECESARIA; ¿DANTE PARA EL 2018?
En las recientes elecciones como nunca se vio el cinismo de la clientela electoral: gente bloqueando casillas porque no les pagaron los votos, taxistas protestando porque no les pagaron los acarreos, y representantes de casilla que, acostumbrados al “apoyo”, de plano manifestaron inconformidad porque no se les pagó.
Esta elección ya debe ser determinante para que los partidos políticos y sus dirigentes dejen de alimentar a esos parásitos seudolíderes sociales que “aseguran” votos; organizaciones que sólo venden las fotos multitudinarias, pero en la realidad se dedican a la extorsión y a la invasión de predios como Antorcha Campesina.
Estas organizaciones, cabe mencionarlo, desde siempre fueron alentadas por el PRI; en el reciente sexenio de Javier Duarte, como nunca se vio la utilización de estos grupos que de la nada tomaban la Plaza Lerdo o cerraban Xalapa. También se les vio en campañas recientes de este partido, que es el único que los pela.
Pero en las últimas dos elecciones locales en Veracruz, parece que pegó ese mensaje de López Obrador: “¡TOOOMA TU VOTO!” y la señal del dedito que impacta en la palma de la otra mano, y los supuestos votos pactados terminaron en las urnas a favor de MORENA. Lo que llaman en el PRI el “voto duro” o “corporativo”, hoy ya no existe.
Las recientes elecciones en Veracruz sólo confirmaron que el PRI está pasando por el peor de sus momentos incluso a nivel nacional. Las elecciones a gobernador en 2017 se supone prendieron las alertas en la cúpula priísta, pues no hay cuadros que realmente enfrenten el proceso electoral de 2018 en Veracruz, además de que el hartazgo del partido creció a niveles nunca antes vistos.
Dicho rechazo es una suma del caos que originó Javier Duarte de Ochoa como gobernador, pero también los desatinos de Enrique Peña Nieto como presidente. El mandatario nacional sencillamente ha perdido popularidad y entra en una etapa de desgaste natural. Aunado a la anterior, el desprestigio de Peña ganado en los últimos años ya apuntan a que el PRI no repetiría en Los Pinos, y la lucha final estará en una virtual alianza PAN-PRD y Morena/AMLO.
Los resultados en el EdoMex, por ejemplo, no son para cantar victoria en el tricolor: un partido de reciente creación, de oposición férrea, liderado por uno de los actores más constantes en las últimas décadas, estuvo apunto de quitarle al PRI (si no es que sucede otra cosa en tribunales) la gubernatura; y López Obrador y MORENA pueden presumir que tienen ya medio cuerpo en el Estado de México, más los votos que ganen en la Ciudad de México y puedan acumular en otros puntos como Veracruz o Jalisco, donde Movimiento Ciudadano tiene gran presencia.
Por eso AMLO se sigue mostrando como el candidato a vencer en lo que llegan las elecciones presidenciales del próximo año.
¿CÓMO JUGARÍA DANTE EN EL 2018?
Por cierto que en el Estado de México, el partido de Dante Delgado Rannauro decidió no participar en los comicios y su estructura se sumó a trabajar a favor de la candidatura de Delfina Gómez, la candidata de MORENA.
Aquí en la aldea, el partido Movimiento Ciudadano puede mencionarse como débil, sin aparente fuerza, aunque su carismático líder Dante Delgado Rannauro sigue siendo recordado como el gobernador con el cual se hicieron en 4 años obras relucientes como el Congreso del Estado y el Acuario de Veracruz (aunque luego le costó su libertad por peculado). El mismo Dante también tiene récords por presumir en esto de la democracia a la veracruzana: su partido fue el primero en arrebatarle al PRI la capital Xalapa y también el que primero hizo perder al tricolor la senaduría.
En una pasada edición decíamos que Movimiento Ciudadano en Veracruz parecía condenado a desaparecer, pues no se le veía –o se le ve en tierras jarochas– la fortaleza como para pelear la plaza ante monstruos como el PAN-PRI-PRD y ahora Morena. De hecho, se sabe que Dante prefirió apostarle a otros estados como Jalisco y Nuevo León donde se fortaleció su estructura.
Un reporte de Manu Ureste, de Animal Político, fechado el 8 de junio de 2015, reporta que el partido de Dante Delgado había encontrado su bastión en la entidad famosa por el mariachi y el tequila, siendo el partido más votado y superando por 30 mil sufragios al PRI, partido que actualmente gobierna el estado. Al mismo tiempo, logró triunfos en la capital Guadalajara (por vez primera rompió el bipartidismo PAN-PRI) y en municipios como Zapopan, Tlajomulco y Tlaquepaque.
En aquella edición de #ColumnaSinNombre también decíamos que Dante podría haber sido candidato de Morena a la gubernatura, pero el partido de AMLO se decidió por Cuitláhuac García Jiménez, diputado federal por Xalapa.
Se sabe que Dante y AMLO tienen ya fuertes diferencias y el veracruzano ya no apoya a López Obrador como antes, que se le veía en todos los templetes donde anduviera el tabasqueño. Ese romance político sencillamente ya terminó, aunque todavía existen resabios y coqueteos como cuando Dante defendió recientemente a López Obrador de los embates del gober Yunes “Cascarita” Linares.
En los corrillos de Xalapa se comenta que Dante Delgado Rannauro podría convertirse en un personaje clave para la gubernatura de 2018, quien a su vez tendría que apostar su capital político para afianzarse con MORENA y sacar adelante un proyecto en común ante el escenario de posibilidades amplias de que dicho partido pueda ganar o competir fuertemente por la gubernatura y de que Movimiento Ciudadano tuvo resultados verdaderamente pobres en estas elecciones de junio pese a contar con cuadros destacados.
No obstante, este domingo en la Asamblea Nacional de Regeneración Nacional, el mismo AMLO pintó mocos a varios partidos para jugar en 2018: “Por congruencia no podemos marchar juntos con esos partidos, me refiero, para ser claro, al PRI, PAN, PRD, Verde, Movimiento Ciudadano, Encuentro Social y Nueva Alianza”, expresó.
Esta cerrazón de López Obrador (que además, afirmó, sólo jugará con el Partido del Trabajo) ya de entrada parece marcar también la pauta en Veracruz, aunque la realidad de los números en las recientes elecciones locales habrían de reconsiderarse y pensar que no es mala idea un frente conformado por Movimiento Ciudadano y MORENA, dado a que si algo le falta al partido de López Obrador en Veracruz es precisamente el conocimiento de la plaza, algo de lo que sí puede cacarear Dante.
Hasta ahorita en Veracruz no se ve un personaje que encabece un frente contra Yunes Linares en 2018, porque además MORENA tampoco salió tan fuerte como muchos pensaban pese a llevarse ciudades importantes. Aunado a lo anterior, queda claro que el PRI tardará mucho en recomponerse y seguirá con una línea nacional y centralista de seguir atacando a AMLO, pero haciendo crecer en Veracruz otros intereses más perversos… como los de los Yunes. Ahorita, para variar entre sus problemas domésticos, crearon una corriente crítica al interior del mismo PRI.
El asunto es que al menos en tierras jarochas, López Obrador no puede hacer alarde de que podría hacer alianza con un PT que no existe en territorio veracruzano, pero sí podría dar oportunidad a que Dante Delgado Rannauro aparezca como un aspirante/operador con mayores tablas políticas. En una de esas, dicen que hasta reaparece Rafael Villalpando, el ex rector, carta fuerte de ese grupo… y hasta se pueden sumar muchos más de la llamada vieja guardia.
ALCALDE DE ORIZABA, FUERTE CONTRINCANTE
Orizaba ha estado en el foco de atención nacional y no es para menos: ha destacado en el panorama por tener un alcalde polémico, odiado por algunos, querido por muchos. Se trata de Juan Manuel Diez Francos, uno de los personajes más acaudalados de Veracruz.
Orizaba es otra desde que Francos tomó el control de la ciudad. Es curioso, pero a pesar de que ha sido intolerante con grupos como el de los vendedores ambulantes o “marchantes”, esta misma mano dura ha sido vista como necesaria para meter orden en la ciudad, aparte de que ha si bien no tiene la publicidad que tiene el puerto de Veracruz, ha crecido mucho en cuanto a imagen y desarrollo. Lo más vistoso ha sido el teleférico, que ha sido uno de los atractivos turísticos que no existen en otra parte de Veracruz y hay pocos en el país.
La también llamada Pluviosilla no ha dejado de tener problemas de seguridad, pero el mismo alcalde no ha querido ceder la Policía al mando estatal y ningún gobernador –ni Fidel, ni Duarte, ni Yunes– le han contrariado. Se debe comentar que esta región es geográficamente estratégica también para grupos del crimen organizado al tener una cercanía con Puebla, la Ciudad de México y la sierra de Zongolica.
EPÍLOGO INTRIGANTE: ¿Que un senador renunciaría a su partido de toda la vida y podría apoyar a MORENA? Eso cuentan.
EPÍLOGO REALISTA: Decían que el partido de López Obrador tenía en el bolsillo al menos 70 alcaldías veracruzanas, pero no fue así; algo les falló: no todo es el Peje, señores.
EPÍLOGO APESTOSO: También huele a fraude generalizado en varios municipios, con la complacencia y operación de los consejos del Organismo Público Local Electoral. Haga de cuenta como cuando estaba Tío Fide controlando al desaparecido Instituto Electoral Veracruzano, pero ahora con Tío Migue y el mentado OPLE. Hay historia detrás… próximamente.