Por Isabella Matías Heredia
Tecnológico de Monterrey, campus Guadalajara Licenciatura en Relaciones Internacionales
Odebrecht, ahora un nombre manchado por corrupción y escándalos antes había sido una de las empresas más importantes de América Latina. Fundada en Bahía, Brasil en 1944, la constructora contaba con presencia comercial en más de 28 países alrededor del globo. Odebrecht se había coronado como la constructora favorita de los gobiernos ganadora de múltiples licitaciones. Su bonanza acabó cuando en el 2015 en la ciudad de Nueva York el presidente de la compañía Marcelo Odebrecht, nieto del fundador, fue declarado culpable por corrupción. A partir de ahí para la constructora y sus asociados todo fue cuesta abajo.
Tras una ardua investigación llamada Lava Jato se destapó una red de corrupción que empapaba a casi todos los líderes de Estado en Latinoamérica. La constructora pagaba millones de dólares a los jefes de gobierno para que Odebrecht fuera elegida para construir infraestructura petrolera, de acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos la constructora pagó alrededor de 788 millones de dólares en un lapso de 15 años a políticos en: México, Guatemala, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Argentina, República Dominicana, Venezuela y Brasil.
La justicia ha ido cobrando sus deudas, por ejemplo, en Ecuador. La constructora llevaba más de 30 años con presencia en el país, pero en el 2007 comenzó a lidiar con escándalos de corrupción y el presidente de ese entonces Rafael Correa intentó expulsar a la compañía del país. Después de la detención de Marcelo Odebrecht, el ejecutivo a cambio de una sentencia menor delató a colaboradores, entre ellos aparecieron los nombres de Rafael Correa y Jorge Glas, que habían servido como presidente y vicepresidente de Ecuador. El exmandatario Correa niega las acusaciones de delincuencia organizada por estar vinculado con Odebrecht, pero fue declarado culpable junto con Jorge Glas, quien está cumpliendo una pena de 8 años de cárcel. Actualmente Correa reside en Bélgica y está siendo perseguido por la justicia ecuatoriana.
En su declaración Marcelo Odebrecht señaló a los expresidentes colombianos Andrés Pastrana y Álvaro Uribe como colaboradores en el sistema de corrupción de la constructora, ambos fueron citados por la justicia colombiana a declarar. Actualmente Álvaro Uribe se encuentra cumpliendo su pena en prisión domiciliaria, mientras que Andrés Pastrana continúa siendo investigado. El caso también salpicó al ganador del Nobel de la Paz: Juan Manuel Santos.
El caso peruano no ha sido muy distinto, tras las acusaciones del expresidente de la constructora se iniciaron las investigaciones en contra de diversos funcionarios peruanos, entre ellos el exmandatario: Alejandro Toledo Manrique. Actualmente el expresidente peruano se encuentra detenido en EE. UU. en proceso de extradición, el fiscal peruano está buscando una pena de 20 años de cárcel por delitos relacionados con desvío de recursos públicos y lavado de dinero.
El caso mexicano ha sido muy peculiar, han pasado 3 años desde las declaraciones de Marcelo Odebrecht en las cuales señaló a exmandatarios y funcionarios sin embargo hasta hace unos meses no se había investigado nada. El primero en caer fue Emilio Lozoya, exdirector de PEMEX, acusado de recibir sobornos a cambio de otorgar licitaciones a la constructora. En su declaración, Lozoya señaló a Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón como colaboradores es el esquema de corrupción de Odebrecht, a cambio recibieron fondos para sus campañas electorales. El actual presidente mexicano López Obrador pondrá a consulta pública si se investiga o no a los exmandatarios. En la consulta los ciudadanos tendrán el poder de decidir el futuro de los exmandatarios y en todo caso si se hará justicia o no. Sin embargo, la justicia no es algo que se tenga que preguntar, somos inocentes hasta que se compruebe lo contrario, pero en este caso hay suficientes elementos para iniciar una investigación, creo que cualquier individuo que haya colaborado es el desvío de recursos públicos debe ser investigado y ajustar cuestas con la justicia mexicana.
