Septiembre es considerado para los mexicanos como el “mes patrio”, en donde los ciudadanos gritan con fervor ¡Viva México!, pero que en la vida cotidiana hay un enigma de nuestra perspectiva sobre el país.
La idiosincrasia nacional se caracteriza por la fiesta en fechas como esta, también en la crítica destructiva en todo lo relacionado a México, algo muy contradictorio pero no descabellado ya que nuestra historia desgraciadamente ha sido muy manipulada por intereses políticos en la mayoría de los casos, evitando la conformación de una perspectiva crítica sobre nuestro país.
Para conocer más sobre esto, tendremos que vislumbrar los acontecimientos de 1810, donde los planes estaban hechos y se tenía en mente iniciar con la “lucha” un 1 de octubre, pero por diferentes circunstancias se adelantó 15 días antes, gracias al aviso de Josefa Ortiz de Domínguez.
Aquel 15 de septiembre de 1810 se dio ese grito donde incitaba al movimiento en pro de la libertad, aunque aquí inicia la contradicción porque en ningún momento se menciona México, pues el país no existía, gritando Nueva España en su lugar.
Algo que no mencionan es que en realidad el propósito de Hidalgo no era independizarse de España, sino hacerle frente a Francia, pues en esos años Napoleón Bonaparte había conquistado y derrocado al Rey Fernando VII, por lo que la lealtad era firme a la Corona Española por parte de Hidalgo.
No debemos olvidar que el movimiento culminaría con la muerte de Hidalgo tan solo unos meses después, llegando el fin del movimiento de Hidalgo, el cual no tenía como propósito la independencia del país.
La idea de una autonomía sin España nacería con José María Morelos Y Pavón, pues él plasmó todo eso en su escrito llamado “Los Sentimientos de la Nación”. Sin embargo, la lucha de Morelos culminaría con su muerte de 1815, finalizando así totalmente la batalla independentista, pues una de las mentiras de la historia oficial es que la lucha duró 11 años, pero en realidad duró aproximadamente 5 años.
Un hecho interesante es que se reconoce a Hidalgo y Morelos como los íconos de este capítulo de la historia, pero nos olvidamos del verdadero libertador, aquel hombre que logró la consumación de la independencia y esa persona se llama Agustín de Iturbide.
Iturbide es de los personajes menos reconocidos o infravalorados de la memoria histórica, lo cual es una tristeza ya que sin él no se hubiera logrado la autonomía nacional, pues los anteriores hombres y mujeres que lucharon habían caído.
Con esto podemos pensar que la vida ha sido injusta con ciertas personas, pero hay que recordar que la historia la escriben los ganadores o los contemporáneos según intereses.
Un secreto para nuestra propia cultura, es la misma fecha de Independencia de México, siendo un error celebrar el 15 de septiembre, puesto que la lucha que se inició en 1810 culminaría en 1815. La verdadera fecha del nacimiento de la nación independiente fue el 28 de septiembre de 1821, pues el día 27 entró el ejercito Trigarante a la Ciudad de México.
Otro hecho que puede ser incómodo para los mexicanos, es que a los personajes históricos que vitoreamos cada noche del 15 de septiembre son de ascendencia española, lo cual resulta una contradicción, pues la idiosincrasia mexicana está acostumbrada a tener repudio a la parte española de nuestra historia, haciéndola responsable de nuestros males, lo cual es una equivocación, pues casi toda la población mexicana tiene sangre española y al odiar todo lo relacionado a España, odias parte de ti como mexicano porque quieras o no, somos parte españoles, cuando menos la mayoría de los habitantes de este país.
Se concluye que nuestra historia tiene sus claros y oscuros, sus dudas y hechos, así como errores y omisiones, aunque todo esto pudiera pasar a un segundo plano si nosotros nos olvidáramos de rencores y dejáramos de victimizarnos, logrando una independencia del pasado y poder ver con claridad un buen futuro para México.
Es momento de reflexionar sobre la forma en que vemos la historia nacional, también debemos cuestionarnos si es bueno basar nuestro patriotismo en odios y rencores, en vez de formarlo por ideales de superación en todos los sentidos para mejorar a México y con esto hacerle ver al mundo que no somos una nación saqueada por otra, sino por un país que se levanta con la frente en alto en todo momento, no solo la noche del 15 de septiembre, o ¿Qué opinas?